Juan tiene un año y medio de edad, y es su primer año de escuela
infantil. Ana es su maestra y el resto de niños/as de la clase, que tienen la
misma edad que Juan, han empezado a dar sus primeros pasos y algunos tienen una
considerable autonomía, él apenas se pone de pie, ni siquiera ayudándose con un
objeto o con tu ayuda. Ella está preocupada.
¿Crees que debería
preocuparse? ¿Como actuarías?
Juan tiene un año
y medio y aun no ha empezado a andar, sus compañeros de la clase ya dan sus
primeros pasos y Ana su profesora esta preocupada, lo normal el los niños es
que empiecen a intentar caminar sobre los
12-15 meses, como muy tarde a los 18, si pasara de esa edad ya seria motivo
de preocupación por ello Ana tiene motivos para preocuparse pero no
excesivamente ya que aun esta dentro de lo normal, debería estimular
al niño para que intente dar sus primeros pasos cuanto antes y aconsejar a sus
padres de que también deben estimularlo en casa así con la ayuda de
todos el niño se vería con la seguridad y la confianza suficiente para intentarlo ya que a
veces tardan mas si se
encuentran cómodos con el gateo.
Aún cuando lo hagamos todo bien, o no hagamos nada mal, hay niños que empiezan a caminar más tarde que otros niños, y algunos lo hacen incluso bastante más tarde que otros, pese a que no exista ningún problema médico que motive este “retraso”.
Algunas de las causas de este ‘’retraso’’ puede ser divido a:
Que el niño es más lento a la hora de hacer los progresos del desarrollo, no existen reglas exactas que digan cuándo tiene que caminar un bebé, y muestra de ello es que algunos bebés de 10 meses caminan perfectamente cuando otros no lo hacen hasta los 15 o los 18 meses.
Lo más probable es que sea perfectamente normal que tarde en caminar más que los niños de su edad. Es más, probablemente es lo más lógico, simplemente porque su ritmo es un poco diferente. Lo único que hay que observar es que ese proceso no sea demasiado lento, básicamente por si hay que descartar algún tipo de trastorno.
Que el niño es más tranquilo que los demás niños,hay niños que son tranquilos, que pueden llegar a pasar horas sentados sin decir nada, que juegan sentados o tumbados en un mismo sitio, por lógica, empezarán a hacerlo todo más tarde. No es que haya un problema, sino que simplemente harán lo mismo, pero más tarde, porque no tienen prisa ni necesidad de hacerlo antes.
Que alguien le dio la mano para que empezara a andar, Sucede a veces que los padres y madres, con toda la buena intención del mundo, ven que su hijo está a punto de andar y en vez de dejarle que de el primer paso deciden ayudarle dándole la mano.
En ese momento el bebé empieza a andar aprovechando el punto de soporte que le ayuda a mantener el equilibrio, que no es otro que la mano que le sujeta desde arriba y esto puede hacer que el niño ya no sea autónomo, que busque siempre ese apoyo que necesita y que no busque por sí mismo el punto de equilibrio y la fuerza necesarias para caminar por cuenta propia.
Otros niños, en cambio, son más precavidos. La precaución es una característica de las personas que suele ir ligada con las experiencias vividas y con el carácter. Centrándonos en la manera de ser de cada niño, hay algunos que son auténticos ‘’kamikazes’’, que cuando no saben caminar se sueltan a hacerlo. No saltan un escalon porque no se atreven y se sientan primero para luego bajar los pies hasta que tocan el suelo, gatean solo por zonas que consideran seguras. Estos niños suelen tardar más en empezar a andar, pero tienen la ventaja de que se dan muy pocos golpes, porque cuando lo hacen tienen la fuerza suficiente y el equilibrio necesario para hacerlo.
Que la anatomía del niño aun no les ayuda, es posible que haya niños cuya anatomía no ayude a que sean de los primeros en caminar. Si pesan mucho o si su alta estatura llega a afectar al equilibrio de los niños podría suceder que tardaran más tiempo en dar los primeros pasos. No hay que hacer nada especial porque es cuestión de tiempo que desarrollen más su sentido del equilibrio.
Hay muchas cosas que pueden hacer que un niño camine más tarde que los demás. Lo importante es saber que la mayoría de veces es algo normal y tener en cuenta que, si tarda demasiado en echar los primeros pasos, podría ser interesante valorar si pudiera haber algún problema a nivel psicomotor, a nivel del desarrollo o a nivel nutricional. Si vemos que aun así no se pone en pie o le resulta muy difícil deberíamos llevarlo al pediatra porque podría tener algún tipo de problema motor.
Yo en el caso de Ana lo que haría es estimularlo y motivarlo para que diera sus primeros pasos y observarlo para ver si pudiera tener algún tipo de problema psico-motor , pero sin ponerle presión ya que eso podría conllevar a que el niño hiciera todo lo contrario de lo que queremos que haga y se viera frustrado.




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